La psicología es una especialidad que se utiliza en diversas situaciones que puede vivir el individuo. Existe una rama que estudia a profundidad la conducta, y hoy queremos hablarle precisamente de la psicología cognitiva conductual y su uso frente a los vicios, de manera que usted pueda aprovechar al máximo los beneficios que pueden aportar estas terapias.
Las estrategias de la conducta cognitiva se basan en la teoría de que los procesos de aprendizaje desempeñan un papel crucial en el desarrollo de patrones de conductas inadaptadas.
Los pacientes aprenden a identificar y corregir conductas problemáticas mediante la aplicación de varias destrezas que pueden usarse para interrumpir el abuso de drogas u otros vicios, abordando también muchos otros problemas que suelen presentarse simultáneamente.
¿Cuál es el papel del psicólogo cognitivo conductual?
En esta especialidad, el psicólogo analiza y estudia los síntomas y problemas para que sean más fácilmente observables para sus pacientes. Utilizando test y registros para igualar los modelos de pensamiento, las emociones, las sensaciones corporales y los comportamientos.
Igualmente, ayuda a encontrar la manera de cambiar pensamientos negativos y conductas improductivas. Una vez se han identificado las áreas que es necesario modificar, el psicólogo comienza el tratamiento que considere adecuado entre sesiones para emprender cambios en la vida cotidiana.
Trastornos en los que se puede aplicar terapia de psicología cognitiva conductual:
La terapia cognitiva conductual suele consistir en una serie de estrategias concebidas para mejorar el autocontrol en trastornos como:
- Ansiedad.
- Somatizaciones.
- Adicciones.
- Depresión.
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Problemas familiares.
- Miedos o fobias.
- Dificultades en la relación social.
- Afrontamiento del duelo.
- Manejo del dolor.
- Trastorno de pánico.
- Trastorno por estrés post traumático.
- Autoestima.
La terapia cognitiva conductual y el uso de las drogas
La psicología cognitiva conductual y los vicios van de la mano, pues este tipo de terapia fue desarrollada como un método de prevención de recaídas en el tratamiento de problemas de alcoholismo y luego fue adecuada para adictos a los estupefaciente.
Algunos investigadores se han centrado en la forma de producir efectos aún más contundentes, esto mediante la combinación de la terapia cognitiva conductual con medicamentos para el abuso de drogas y con otros tipos de terapias conductuales. Los científicos también evalúan la principal manera de facultar a los proveedores de este tratamientos para que brinden la terapia cognitiva conductual.
Finalmente este tipo de tratamientos también tiene sus pros y sus contras, ya que siempre existe un riesgo de recaída. No conocemos qué situaciones pueden darse a lo largo de la vida. Por esta razón, es importante que se interiorice adecuadamente el modo de proceder ante malestares y bloqueos. No hay que descartar las sesiones de seguimiento como un apoyo al proceso inicial de la terapia cognitiva conductual.