Aunque en la actualidad la psicología se utiliza en muchos ámbitos, algunas personas siguen relacionando esta ciencia con la locura o la psiquiatría, sin saber que es una especialidad que puede ayudar en muchos aspectos de la vida, incluso la psicología en tiempos de crisis, esta marcando una tendencia social.
Ya que en estos tiempos la palabra “crisis” se pronuncia miles de veces al día. Ahora es común encontrarse a alguien en cualquier lugar y rápidamente empezar a hablar de la mala situación por la que estamos pasando.
“Crisis” es una de esas palabras que, de tanto pronunciarlas, ya significan todo y nada, pero lo que sí está claro es que el estado actual de las cosas está suponiendo estragos en las vidas de millones de personas en el mundo.
Y no solo se trata de referirse a la crisis económica, también se puede incluir aquí la crisis íntima, emocional y moral.
Para ayudarle en este aspecto, podemos decirle que la psicología cuenta con modelos científicos y evidencias empíricas que hacen posible poner en práctica estrategias de intervención para favorecer el avance de la sociedad actual.
Igualmente, aporta sus modelos, conocimientos, metodologías y herramientas para contribuir a un desarrollo productivo y sostenible de la conducta.
Como ya mencionamos, la psicología es la ciencia que estudia el comportamiento del ser humano así como la conducta y los procesos mentales, dicho estudio se hace en sus tres dimensiones: cognitiva, afectiva y conductual, por lo que los psicólogos como encargados de su estudio, están capacitados para ayudar a comprender el problema personal de cada uno, e intenta dar respuesta a todo lo que perturba a la persona.
Síntomas de que se está en un periodo de crisis
Cuando una persona se encuentra en un período de crisis puede presentar reacciones como:
- Estados depresivos.
- Angustia y ansiedad que al no ser atendidas se van haciendo crónicas.
- Sentimientos de vacío.
- Desmotivación frente a las tareas cotidianas.
- Sensación de falta de energía para cambiar una situación.
- Tendencia a caer en vicios, entre otras patologías que necesitarán de la ayuda profesional.
Para resolver este proceso, se puedes recurrir a la psicoterapia que tiene una función social.
Toda la sintomatología descrita al principio obedece a situaciones de estrés que a veces son difíciles de metabolizar psicológicamente y que, con el tiempo, pueden llegar a tener consecuencias importantes en la salud general.
Aparte de la función de la terapia en el alivio del sufrimiento, es decir, en la disminución de la ansiedad, de la angustia y de otros síntomas, ésta ofrece la posibilidad de actuar de manera positiva sobre la percepción.
Lejos de prometer soluciones milagrosas, una psicoterapia seria, comprometida e implicante por parte de los dos miembros de la relación terapéutica, sí puede ayudar a convertir la crisis en una oportunidad de conocimiento, crecimiento y desarrollo personal.
Por otra parte, la psicoterapia al implicar el cuerpo como herramienta terapéutica, permite un aumento de la capacidad energética, necesaria para gestionarse en momentos críticos, y un equilibrio entre la tensión y la relajación.
Esto garantiza un buen estado de salud del sistema nervioso, dando así la posibilidad de recuperar sus signos vitales, tan necesarios en tiempos difíciles como en tiempos menos duros.
Entonces, la psicoterapia y la psicología representan una alternativa para crecer y desarrollarse personalmente, para conocerse mejor y para recuperar la propia naturaleza y, así, la alegría de vivir.
En este sentido, se puede decir que la psicología en tiempos de crisis, es una psicología orientada al servicio del hombre, de la humanidad, que busca comprender sus motivaciones más profundas, sus creencias y sus comportamientos, pero también orientada a trascender las etiquetas diagnósticas y ayudarle a alcanzar su máximo potencial.
En definitiva, ir al psicólogo el día de hoy no quiere decir que se está loco, como antiguamente se le consideraba, sino que por el contrario es muestra de inteligencia, de valentía y de ganas de superar los obstáculos que le pone la vida.
El psicólogo no solo es un experto en la aplicación e interpretación de pruebas diagnósticas, también ha dejado de ser el último eslabón en la cadena de la medicina, para convertirse en pieza fundamental del tratamiento y la intervención de múltiples enfermedades y problemas de la sociedad, incluyendo la crisis.