Los padres normalmente tienden a pensar que lo saben todo acerca de sus hijos, pero a veces estos pasan por situaciones delicadas que como adultos no saben cómo afrontar, independientemente de la edad que ellos tengan, entonces es aquí donde cabe la pregunta ¿Cuándo acudir a un psicólogo infanto – juvenil?.
La psicología es una ciencia que ha avanzado muchísimo en los últimos años, facilitando al mismo tiempo el desempeño de los padres ante sus hijos, ayudándolos así a reconocer cada uno de sus sentimientos, lo que les hace reír o lo que les hace llorar, lo que les gusta o lo que no, permitiendo de esta manera una mejor relación entre ambas partes.
En este sentido el psicólogo infanto-juvenil, atenderá casos que abarcan desde la niñez hasta la adolescencia y al mismo tiempo evalúa la situación, proponiendo un tratamiento cognitivo – conductual que mejor atienda sus necesidades. Sin embargo, debe tener presente que la familia es indispensable para que los tratamientos tengan un mejor efecto, pues las recomendaciones del doctor se deben aplicar en todos los ámbitos que se desenvuelve el niño o adolescente.
Señales que indican que debe acudir a un psicólogo infanto – juvenil
Los niños y adolescentes siempre demuestran los problemas que tienen, aunque no los expresen con palabras, sin embargo existen formas y señales en las que ellos exteriorizan cualquier tipo de malestar. Entre ellos están:
- Niño caprichoso.
- Demasiado activo o intenso.
- No come bien.
- Se le escapa el pipí de día o de noche.
- Problemas en la escuela.
- Está deprimido o ha perdido el interés.
- Desarrollo de aprendizajes.
- Separación de los padres.
- Malas relaciones con los compañeros en la escuela.
- Cambio drástico de conducta o amistades.
- Dificultades para ir a dormir.
- Problemas para relacionarse o de conducta.
Definitivamente, todos los anteriores son los comportamientos a los que usted debe prestar mayor atención como padre, pues son los primeros indicios de que algo está pasando, por lo tanto es el momento indicado para acudir al especialista en este tipo de problemas con sus hijos.
Por otro lado, se considera que esta es una manera de preocuparse por sus hijos, debido a que está buscando el modo de escucharlos y de interpretar sus comportamientos. Una interpretación que no es sencilla, ya que se mezclan los miedos y las aspiraciones personales con las observaciones objetivas.
Ahora bien, entender la psicología infanto – juvenil es muy fácil, todo va a depender de usted como padre. Como ya le dijimos anteriormente, el punto clave en este tema es observar el comportamiento de sus hijos, observe sus acciones, expresiones y temperamento cuando comen, duermen y juegan.
Igualmente, pase más tiempo con ellos, los días y horas que usted invierta en sus hijos serán su mayor recompensa. En la actualidad, los padres se centran en hacer muchas cosas al mismo tiempo y algunos se olvidan de que los niños o adolescentes también necesitan de su atención, una atención que va mucha más allá de lo material, centrando más en lo emocional.
Asimismo, debe prestar atención al entorno de su hijo, incluido el que usted crea para él. La investigación ha demostrado que el comportamiento y las actitudes de un niño están determinados en gran medida por el ambiente en el que el crece.
También, le ayudará a comprender el cerebro de su hijo, aunque suene extraño es un aspecto fundamental en la crianza de los menores, puede ayudarle a aprender sobre su comportamiento, su toma de decisiones, la forma de actuar en sociedad, su lógica y las habilidades cognitivas. Saber cómo funciona el cerebro infantil ayudará a transformar las experiencias negativas, en experiencias positivas y oportunidades.
Otro aspecto fundamental de la psicología infanto – juvenil, es escuchar y dejar a los hijos que cuenten sus historias. Hablar es bueno, pero escuchar es mucho más importante cuando se tiene una conversación con un hijo. Inicie una conversación con su hijo y escuche lo que quiera decir. Los niños pueden no ser capaces de expresarse con claridad, por lo que se debe prestar atención a las palabras que usan y también a sus señales no verbales.
En definitiva, es importante que si usted nota algún cambio en su niño o adolescente, acuda a un psicólogo infanto – juvenil, eso no quiere decir que su hijo este sufriendo de algún tipo de enfermedad, ni mucho menos, véalo como una herramienta para solucionar determinados problemas que le ayudaran a mejorar la relación familiar, proporcionándole a todos una felicidad única e indescriptible.